Estos hombres que de repente tienen una libertad y una amplitud de horarios inusual comparadas con el resto del año empezaron a llamarse "Rodríguez" en la década de los 70. El término lo acuñaron muy probablemente algunas películas de las llamadas "españoladas" de la época aunque quizá el témino naciera años antes. La picaresca de estos "Rodríguez" era de una comicidad a veces teñida de tragicómica —jamás llegaba a ser trágica del todo.
Después de la verbena de San Juan muchos se han quedado solos en Barcelona. Tu pareja, tu familia, tus amigos, parecen haberte abandonado. Tienes noticias suyas por teléfono y whatsApp pero no es lo mismo que disfrutar de su compañía. Mientras tú sigues trabajando.
La soledad en verano es doblemente triste si además estás trabajando.
Por esto quizá sea el momento de disfrutar de una pequeña escapada o incursión en el masaje más prohibido. El masaje erótico. El masaje tántrico.
Descúbrelo por ti mismo, ahora que tienes cierta libertad de horarios, cierto tiempo libre y un deseo de sensualidad y erotismo más fuerte que el resto del año.
Tu libertad ahora mismo te permite descubrir y disfrutar de una sesión muy morbosa y erótica. Mira mis fotos y decide si mi físico es de tu agrado. Aunque lo más importante en un masajista es su experiencia y su talento para transmitir y compartir contigo este momento de morbo máximo.
El masaje que te propongo tiene tres niveles. Puedes empezar por el que desees. Todo depende de la intensidad de morbo y erotismo que desees experimentar.
Algunos de mis amigos gays que están solos este verano en Barcelona me comentan sus escapadas. A los especialistas en "cruising" les sobran sitios donde ir. Disfrutan de un tipo de sexo llamado anónimo o de urinario. Tiene lugar en lavabos de estaciones de tren o de grandes almacenes. Me comentan que huele bastante mal y que los hombres que los frecuentan son de edad muy avanzada, poco cuidados en general y poco atractivos. Algunos de ellos son insistentes y persiguen de forma obsesiva a quienes consideran atractivos. La gratuidad de estas aventuras hace que el nivel económico y social de sus usuarios sea bajo. Camuflados entre estos personajes también hay quien te pide "5 euros".
Hay que esperar a que sea de noche para que discotecas y bares gay abran y —en algunas de ellas— se puedan usar sus "cuartos oscuros". Al igual que en los lavabos, no se puede elegir entre hombres atractivos, cuidados o con cierto nivel. Al no existir ningún tipo de vínculo o responsabilidad mutua es muy frecuente que la persona que hayas elegido para una masturbación mutua se de media vuelta en el momento más inesperado.
Las saunas se han encarecido bastante últimamente. Lo cual no garantiza nada. Al contrario: están fomentando la presencia de "escorts" o chaperos, jóvenes profesionales del sexo oral. El servicio que ofrecen no tiene una duración determinada. Cobran al principio y cuando alcanzas el orgasmo desaparecen.
Durante estas conversaciones con mis amigos, consumidores habituales de sexo anónimo, siempre sale a relucir el tema económico. Como buenos catalanes, vascos, gallegos y de otros lugares del planeta, siempre nos planteamos cuánto cuesta una cosa y qué nos aporta comparada con otras.
Todos están de acuerdo que la opción más cara es la salida nocturna. Todos ellos beben algo de alcohol, y se ven obligados a utilizar el transporte público y después, de madrugada, un taxi para volver a casa. El coste de las copas no es solamente el que se deriva de las que toman ellos. Si te interesa un chico en particular sueles tener que invitarlo. El gasto se duplica. El hecho de que ese chico te acepte unas cuantas bebidas no garantiza de que vayas a tener sexo con él. O bien tú o bien él puede cambiar de idea al respecto. O bien acabáis en tu casa. El sexo puede ser maravilloso. O decepcionante.
El balance de una salida de este tipo supera los 100 €. Inviertes un mínimo de cuatro horas de tu tiempo y vuelves a casa "de vacío". Uno de mis amigos tiene esta frase lapidaria: "te sale más barato quedarte en casa y hacerte una paja, que es lo que acabas haciendo de todos modos".
La opción sauna tampoco es barata. El coste de entrada no incluye consumición. En el bar de la sauna se te acercarán chicos muy atractivos. Primero les pagas la copa. Luego te cuentan un cuento de la lágrima si no te piden directamente 50 € por una manivela. Los más espectaculares no te aclaran el coste final. Sus sonrisas son seductoras, convincentes y embriagadoras. Te quitan el sentido sus abdominales y el bulto inmenso e inhumano que se esconde bajo la toalla —que hace parecerlo todo más grueso. Hay una serie de extras "si me corro, si te corres, si te la chupo, si te follo yo o tú a mí"...
Sin materializar un acto sexual, sales de la sauna habiendo gastado unos 50 €. Si te diste el capricho del negro cachas y bien dotado mis colegas dicen que la cifra se eleva a 325 €.
En los lavabos los costes son diferentes, no en dinero. En riesgo de infecciones, el salpicaduras indeseadas de semen, en discusiones con tipos conflictivos. Si decides visitar un centro comercial, el coste es imprevisible: desde un helado hasta un pantalón de 120 €, solo por llevar una bolsa para disimular.
Últimamente la vigilancia policial se ha incrementado de forma notable en todos estos urinarios públicos. Los centros comerciales y las estaciones de tren quieren erradicar esta práctica que consideran ilegal y desagradable para los usuarios de los servicios. Las denuncias y las visitas al cuartelillo han aumentado. Los hay que han pagado multas de 300 €. La pareja se acaba enterando cuando recibes en casa una carta del Ayuntamiento.
Por eso mis amigos me comentan "tú siempre tendrás trabajo". Mi servicio de masaje erótico es más seguro en todos los aspectos: higiene, seguridad, presupuesto.
Lo que mis amigos no tienen en cuenta es el nivel de satisfacción que se alcanza en una sesión de masaje erótico. El tiempo que te dedico siempre supera los 60 minutos. La intensidad de tu orgasmo, la duración de tu placer, tu satisfacción, relajación y felicidad superan las que ofrece el sexo convencional o habitual.
Sé que es dudoso que lo diga yo mismo. Es lo que me comentan mis clientes.
Si lo deseas llámame y conversamos. Intentaré resolver cualquiera duda que tengas.
Paco
676 648 226
www.pacotantra.com
Después de la verbena de San Juan muchos se han quedado solos en Barcelona. Tu pareja, tu familia, tus amigos, parecen haberte abandonado. Tienes noticias suyas por teléfono y whatsApp pero no es lo mismo que disfrutar de su compañía. Mientras tú sigues trabajando.
La soledad en verano es doblemente triste si además estás trabajando.
Por esto quizá sea el momento de disfrutar de una pequeña escapada o incursión en el masaje más prohibido. El masaje erótico. El masaje tántrico.
Descúbrelo por ti mismo, ahora que tienes cierta libertad de horarios, cierto tiempo libre y un deseo de sensualidad y erotismo más fuerte que el resto del año.
Tu libertad ahora mismo te permite descubrir y disfrutar de una sesión muy morbosa y erótica. Mira mis fotos y decide si mi físico es de tu agrado. Aunque lo más importante en un masajista es su experiencia y su talento para transmitir y compartir contigo este momento de morbo máximo.
El masaje que te propongo tiene tres niveles. Puedes empezar por el que desees. Todo depende de la intensidad de morbo y erotismo que desees experimentar.
Algunos de mis amigos gays que están solos este verano en Barcelona me comentan sus escapadas. A los especialistas en "cruising" les sobran sitios donde ir. Disfrutan de un tipo de sexo llamado anónimo o de urinario. Tiene lugar en lavabos de estaciones de tren o de grandes almacenes. Me comentan que huele bastante mal y que los hombres que los frecuentan son de edad muy avanzada, poco cuidados en general y poco atractivos. Algunos de ellos son insistentes y persiguen de forma obsesiva a quienes consideran atractivos. La gratuidad de estas aventuras hace que el nivel económico y social de sus usuarios sea bajo. Camuflados entre estos personajes también hay quien te pide "5 euros".
Hay que esperar a que sea de noche para que discotecas y bares gay abran y —en algunas de ellas— se puedan usar sus "cuartos oscuros". Al igual que en los lavabos, no se puede elegir entre hombres atractivos, cuidados o con cierto nivel. Al no existir ningún tipo de vínculo o responsabilidad mutua es muy frecuente que la persona que hayas elegido para una masturbación mutua se de media vuelta en el momento más inesperado.
Las saunas se han encarecido bastante últimamente. Lo cual no garantiza nada. Al contrario: están fomentando la presencia de "escorts" o chaperos, jóvenes profesionales del sexo oral. El servicio que ofrecen no tiene una duración determinada. Cobran al principio y cuando alcanzas el orgasmo desaparecen.
Durante estas conversaciones con mis amigos, consumidores habituales de sexo anónimo, siempre sale a relucir el tema económico. Como buenos catalanes, vascos, gallegos y de otros lugares del planeta, siempre nos planteamos cuánto cuesta una cosa y qué nos aporta comparada con otras.
Todos están de acuerdo que la opción más cara es la salida nocturna. Todos ellos beben algo de alcohol, y se ven obligados a utilizar el transporte público y después, de madrugada, un taxi para volver a casa. El coste de las copas no es solamente el que se deriva de las que toman ellos. Si te interesa un chico en particular sueles tener que invitarlo. El gasto se duplica. El hecho de que ese chico te acepte unas cuantas bebidas no garantiza de que vayas a tener sexo con él. O bien tú o bien él puede cambiar de idea al respecto. O bien acabáis en tu casa. El sexo puede ser maravilloso. O decepcionante.
El balance de una salida de este tipo supera los 100 €. Inviertes un mínimo de cuatro horas de tu tiempo y vuelves a casa "de vacío". Uno de mis amigos tiene esta frase lapidaria: "te sale más barato quedarte en casa y hacerte una paja, que es lo que acabas haciendo de todos modos".
La opción sauna tampoco es barata. El coste de entrada no incluye consumición. En el bar de la sauna se te acercarán chicos muy atractivos. Primero les pagas la copa. Luego te cuentan un cuento de la lágrima si no te piden directamente 50 € por una manivela. Los más espectaculares no te aclaran el coste final. Sus sonrisas son seductoras, convincentes y embriagadoras. Te quitan el sentido sus abdominales y el bulto inmenso e inhumano que se esconde bajo la toalla —que hace parecerlo todo más grueso. Hay una serie de extras "si me corro, si te corres, si te la chupo, si te follo yo o tú a mí"...
Sin materializar un acto sexual, sales de la sauna habiendo gastado unos 50 €. Si te diste el capricho del negro cachas y bien dotado mis colegas dicen que la cifra se eleva a 325 €.
En los lavabos los costes son diferentes, no en dinero. En riesgo de infecciones, el salpicaduras indeseadas de semen, en discusiones con tipos conflictivos. Si decides visitar un centro comercial, el coste es imprevisible: desde un helado hasta un pantalón de 120 €, solo por llevar una bolsa para disimular.
Últimamente la vigilancia policial se ha incrementado de forma notable en todos estos urinarios públicos. Los centros comerciales y las estaciones de tren quieren erradicar esta práctica que consideran ilegal y desagradable para los usuarios de los servicios. Las denuncias y las visitas al cuartelillo han aumentado. Los hay que han pagado multas de 300 €. La pareja se acaba enterando cuando recibes en casa una carta del Ayuntamiento.
Por eso mis amigos me comentan "tú siempre tendrás trabajo". Mi servicio de masaje erótico es más seguro en todos los aspectos: higiene, seguridad, presupuesto.
Lo que mis amigos no tienen en cuenta es el nivel de satisfacción que se alcanza en una sesión de masaje erótico. El tiempo que te dedico siempre supera los 60 minutos. La intensidad de tu orgasmo, la duración de tu placer, tu satisfacción, relajación y felicidad superan las que ofrece el sexo convencional o habitual.
Sé que es dudoso que lo diga yo mismo. Es lo que me comentan mis clientes.
Si lo deseas llámame y conversamos. Intentaré resolver cualquiera duda que tengas.
Paco
676 648 226
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